Guía de formación de gólems en Age of Sorcery — Capítulo 3
Saludos, exiliados:
¡Se acerca el lanzamiento de Age of Sorcery – Capítulo 3! El 14 de marzo podréis detener un ritual que provocará un cataclismo, superar una nueva mazmorra con jefe, disfrutar de un sistema de viaje completamente renovado, adquirir nuevos elementos decorativos en el Bazar y el pase de batalla, y empezar a descubrir nuestra nueva función: la formación de gólems.
Hoy veremos cómo podéis crear vuestros propios gólems que os acompañarán en vuestras aventuras. Podéis personalizar a estos seguidores para lo que necesitéis, ya sean recolectores de recursos incansables o poderosos guerreros que luchen a vuestro lado.
Sangre de los Reyes gigantes
El poderoso hechicero Mek-Kamoses ha recibido una visión y os ha encargado obtener un nuevo recurso misterioso para su ritual: cristales de sangre. Cuando los Reyes gigantes cayeron, su sangre empapó la tierra y permaneció enterrada eones, extendiéndose por el mundo mediante el constante fluir de los ríos de roca fundida.
Pero con el paso de las eras, la sangre se ha enfriado y endurecido, formando cristales. Por fin ha surgido de las profundidades, imbuida de poder suficiente como para animar la misma tierra. Buscad y abatid a estas nuevas criaturas para arrancar los cristales de sus cuerpos.
Mek-Kamoses no es el único que puede usarlos. Hablad con el maestro tallador Huang, que está junto a Mek-Kamoses en su aguja (o en el campamento de los náufragos de la isla de Siptah) para dar los primeros pasos en el místico arte de la formación de gólems.
Preparad vuestros gólems para la guerra o para la riqueza
Tras hablar con Huang, podréis crear el banco de trabajo de gólems y la estación de montado de guardianes. Al abrir la estación de montado, veréis una serie de ranuras para las distintas partes del cuerpo de vuestros gólems.
Y para esas partes tenéis el banco de trabajo. Usadlo para fabricar las partes del gólem y colocadlas en las ranuras correspondientes de la estación de montado. En total, cada gólem consta de seis partes: cabeza, torso, dos piernas y dos brazos. Sin embargo, es posible animar un gólem sin todas las piezas. Podéis crear un gólem sin cabeza ni brazos, pero no esperéis que sea tan útil en combate como uno completo.
El material que elijáis para cada parte tendrá una gran influencia sobre el gólem. Para el gólem más básico podréis usar piedra, mientras que los más poderosos están hechos puramente de cristal de sangre. Todas las partes de gólem, incluyendo las de piedra, incluyen cristales de sangre en la lista de componentes necesarios. Podréis encontrar partes de gólem más poderosas y especializadas conforme avancéis por el juego, mientras que otras recetas las podréis comprar con puntos de conocimiento y fabricar. Es más, el maestro tallador Huang está dispuesto a vender algunas partes por cristales de sangre, aunque sus existencias cambian constantemente.
Para dotar a cada gólem de un arma, es necesario fabricarla junto con el brazo en el banco de trabajo, fusionando ambos elementos. En función de la tarea que queráis asignar al gólem, es recomendable equiparlo con un arma apropiada. Por ejemplo, una guadaña o una hoz son adecuadas para cosechar plantas, mientras que para extraer minerales es mejor un mazo. Algunas armas son adecuadas tanto para recoger recursos como para luchar. Por ejemplo, un hacha corta extremidades y árboles igual de bien.
Dad un cometido al gólem
Es cierto que un gólem no tiene alma, pero no la necesita para luchar. Por defecto, el gólem seguirá y protegerá a su creador usando cualquier arma que haya recibido. Para ordenar al gólem que recolecte cierto material, solo es necesario colocar el material en cuestión en su inventario. Si el material en cuestión está presente en la zona y tiene una herramienta adecuada, el gólem empezará a recolectarlo automáticamente.
La personalización más profunda incorpora el uso de ranuras de cuerpo especial. Si creáis la cabeza de guardián pararrayos, veréis cómo el gólem usa la furia de una tormenta eléctrica para aplastar a vuestros enemigos. Alternativamente, con el Torso de guardián quemador de loto podréis proporcionar un efecto positivo en torno a vuestro gólem que dependerá del loto que queméis.
También podréis recubrir el gólem con piedra de azufre o brea durante la construcción. Ambos gólems luchan con normalidad, pero cada uno tiene un efecto adicional. El gólem sulfuroso asfixia con una nube de gas a los enemigos que lo golpeen, mientras que el gólem alquitranado deja charcos de brea en el suelo que podréis quemar. Lanzad un orbe de fuego a un gólem rodeado de enemigos y ved como emerge de entre el montón de cadáveres.
Un factor esencial para la formación de gólems es que no se puede curar a un gólem, así que el daño que reciba con el tiempo acabará por deteriorarlo y romperlo. La formación de gólems es, por lo tanto, una tarea a la que volveréis una y otra vez, creando nuevas combinaciones en cada ocasión.
Para compensar, la dura piel de un gólem puede desviar ataques, anulando el daño por completo, y las mejoras de autoridad que proporcionan o mejoran la curación de otros seguidores aumentan la dureza del gólem en este sentido.
Según exploréis las tierras del exilio, podréis conseguir nuevas partes de gólem y fabricar nuevos gólems mejorados. Combinad las partes que encontréis y explorad las combinaciones posibles. Solo os puede acompañar un gólem a la vez (dos con la mejora de autoridad correspondiente), pero nada os impide tener un ejército entero a la espera.
Esperamos que la idea de tener un gólem personalizado a vuestro servicio os entusiasme tanto como a nosotros. Ver cómo tu creación aplasta a un grupo de enemigos sin decir palabra es algo muy agradable para el hechicero siniestro que todos tenemos dentro.
Age of Sorcery – Capítulo 3 llega el 14 de marzo.
Nos veremos entonces, exiliados.