Blog del desarrollador 10: Dominar las tierras del exilio
Los conflictos, la guerra y las luchas forman parte de la realidad cotidiana del mundo de Hiboria. Esto es especialmente cierto en las tierras del exilio, habitadas por desterrados que luchan por sobrevivir a toda costa.
En Conan Exiles sois un exiliado condenado a vagar por las tierras del exilio, donde tendréis que luchar para sobrevivir. Hay una forma segura de conseguirlo, ¡y es mediante el dominio!
Conquistar territorios
Si peleáis duro, progresáis y sobrevivís, podréis conquistar los territorios que os rodean. Los demás no podrán construir en los lugares donde hayáis establecido vuestro campamento. Si quieren apoderarse de esa zona, tendrán que expulsaros de ella destruyendo vuestros edificios, aunque también podréis trabajar juntos y formar un clan.
Cuanto más extensa sea vuestra base, mas territorios conseguiréis. Pero esto también os deja más vulnerables a los ataques. No obstante, derribar edificios no es tan sencillo, ya que los jugadores necesitan armas de un grado mayor como mínimo que el del bloque de construcción que estén atacando. Por ejemplo, los atacantes necesitan armas de hierro, que tienen grado 2, para dañar un muro de arenisca, que tiene grado 1.
Colocad de forma estratégica murallas y castillos para controlar cuellos de botella de gran importancia en el terreno. Es muy importante construir cerca de recursos estratégicos fundamentales como el hierro o el azufre, ya que necesitaréis recursos poco comunes para fabricar armas y armaduras resistentes.
Para asegurar vuestros edificios y hacer que sean más fáciles de defender, deberíais construirlos con bloques de construcción de grado 2 o 3. Esto requiere muchos recursos, así que será mejor que los construyáis en colaboración con otros jugadores de un clan. Cualquiera puede formar un clan e invitar a cualquier otro jugador que no esté en ese momento en otro clan.
Pero incluso si habéis formado un clan grande con muchos otros jugadores, habrá momentos en los que vuestra base quede indefensa. Ahí es donde los esclavos capturados pueden desempeñar un papel crucial como guardias. Atacad facciones de PNJ, como los caníbales darfari, los piratas de la Mano Negra o los cazadores de reliquias de Estigia, para dejar inconscientes a sus arqueros y guerreros y arrastrarlos hasta vuestra rueda del dolor, donde podréis doblegar su voluntad y convertirlos en esclavos.
Desplegad esclavos arqueros en lo alto de vuestras murallas y lanzad una lluvia de flechas sobre vuestros enemigos. Apostad esclavos guerreros dentro de vuestro asentamiento para que carguen contra los atacantes que penetren vuestras defensas exteriores.
Aplastad y venced
Una vez que hayáis asegurado vuestra base con grandes murallas y hordas de esclavos, será la hora de buscar y aplastar a vuestros rivales.
Antes de hacer una incursión, es conveniente que os aseguréis de que disponéis de una gran variedad de armas. No es buena idea enfrentarse a los arqueros enemigos sin escudo, y cualquier arma puede romperse en el fragor de la batalla, por lo que hay que contar con repuestos para no quedar indefensos.
Si vuestro enemigo está a gran distancia, una buena estrategia consiste en establecer un pequeño campamento de avanzada desde el que atacar. En él, vuestro clan podrá almacenar armas y munición y crear camas vitales para los puntos de reaparición.
Sin embargo, si las murallas del enemigo son de grado 3, entonces ni siquiera las armas de acero servirán para derribarlas. Ante fortificaciones tan formidables, solo los jarrones explosivos o la fuerza de los avatares tienen efecto. Los explosivos son herramientas potentes, pero son caros y su fabricación requiere mucho tiempo. Además, hay que colocarlos justo al lado de las estructuras enemigas para que sean eficaces, lo que resulta muy peligroso cuando estáis bajo una lluvia de flechas enemigas.
La mejor arma para aplastar a vuestros enemigos procede de la religión. Construid un altar a vuestro dios, ganaos su favor de forma gradual, mejorad el altar al grado más alto y esclavizad a un sumo sacerdote para invocar finalmente el avatar gigantesco de vuestro dios.
Al invocar el avatar consumiréis todas vuestras fuerzas. Solo podréis controlarlo durante un breve periodo de tiempo, así que aseguraos de tener preparado vuestro plan ofensivo. El invocador controla el avatar y, al igual que un arma de destrucción masiva, este destruirá todo a su paso.
Si sois víctimas del ataque de un avatar, no todo estará perdido. El jugador que invoca el avatar es vulnerable durante el ritual y mientras lo controla. Una gran columna de luz señala su posición y, si el invocador muere en cualquier momento, el avatar desaparecerá al instante. La capacidad de observación y unas cuantas flechas certeras pueden salvar vuestra ciudad de la destrucción total. También hay un ajuste del servidor para deshabilitar los avatares, así que podéis optar por jugar en un servidor sin ellos.
Aplastar a vuestros enemigos no será fácil en Conan Exiles. El mundo está lleno de peligrosas criaturas, facciones hostiles y jugadores agresivos. Para dominar, necesitaréis destreza, una estrategia, perseverancia y no tener piedad.