Responde a la llamada de lo salvaje en Age of War: capítulo 4.
Saludos, exiliados:
Con un gran rugido y el chasquido de dientes, se aproxima Age of War: capítulo 4. Cuando llegue el 2 de abril, ponte de espalda a la pared y estudia la tierra iluminada por la luna en busca de movimiento. Durante la cacería sagrada, solo se descubre quién es el cazador y quién la presa cuando la sangre tiñe el suelo.
En el blog de hoy exploraremos el evento de la cacería sagrada, cómo participar, los premios que puedes obtener y la terrible bestia que acecha en el corazón del asunto. ¿Estarás a la altura de los campeones de Jhebbal Sag?
Un nuevo campamento
Cuando llegue la actualización y caiga la noche, empezará la caza. En la espesura, por la noche, los hombres hiena emboscan a viajeros solitarios. Hazles frente con acero y hierro. Si sobrevives, registra sus cadáveres, ya que podrían llevar un mapa con pistas sobre tu siguiente destino. Alternativamente, tal vez veas una luz misteriosa en el cielo. Síguela y encontrarás el campamento de Jhebbal Sag.
Aquí encontrarás a la lengua ensangrentada de Jhebbal Sag, sacerdote del Señor de las Bestias, que te hablará de su dios y de la cacería sagrada que celebra. Cuando Estigia, en su arrogancia y su codicia, atravesó las tierras salvajes para invadir las tierras del exilio, no pasó desapercibido. Ahora Jhebbal Sag ha ordenado una cacería sagrada, ¡y ay de quien se encuentre con ella!
Bajo las ruinas de al-Merayah, se ha descubierto una cueva. Dentro podrás encontrar más indicios sobre lo que Estigia ha despertado.
Hablando con la lengua ensangrentada de Jhebbal Sag, podrás optar por no participar la cacería sagrada. También podrás volver a ella cuando lo desees. Al no participar en la cacería sagrada, te evitarás las emboscadas nocturnas, pero si persistes verás que la cacería premia a los supervivientes.
Los hombres hiena que abatas dejarán caer colmillos que podrás intercambiar en el campamento por una amplia gama de recetas de objetos decorativos, incluyendo el trono y la estatua de Jhebbal Sag, el martillo de guerra de calavera, diversas pinturas de pared y hasta un hombre hiena cazador como acompañante.
Enfréntate a los campeones
Si buscas el favor de Jhebbal Sag, darás caza a sus campeones. Estas bestias formidables llevan la marca de Jhebbal Sag. Están escondidas por la tierra y necesitarás un cebo especial para atraerlas. Podrás comprar cebos en el campamento a cambio de colmillos.
En estos combates de fuerza de voluntad, la armadura no tiene lugar. Despójate de ella y adórnate con la pintura ritual de Jhebbal Sag. Por otra parte, las armas están permitidas.
Derrotar a un único campeón no impresionará a Jhebbal Sag. Tu objetivo es vencerlos a todos. Una vez obtengas un premio de cada uno, podrás hacer frente al último campeón. El viaje hasta su guarida no es físico sino espiritual. La lengua ensangrentada de Jhebbal Sag te explicará los detalles del camino que recorrerás.
Y en la guarida de esta bestia enloquecida, tal vez descubras un atisbo de comprensión sobre la naturaleza de los dioses. Lo que no está claro es si vivirás para contarlo.
Y, para aquellos que descubran los secretos más misteriosos de la cacería sagrada, quedará una bestia mayor que las anteriores, con una recompensa para quienes logren abatirla.
Otras novedades del capítulo 4
El capítulo 4 es una gran actualización, de la que el evento es solo una parte. Inspirados por Age of Conan, vamos a añadir un sistema de ejecuciones que os permitirá rematar a PNJ humanos de forma brutal, con una animación única para cada tipo de arma.
Además, ampliaremos el sistema de purgas con más enemigos y defensas, mejoraremos el progreso del pase de batalla y aportaremos otras mejoras de calidad de vida al control de seguidores y a la gestión de inventario.
No os perdáis nuestro próximo blog, en el que profundizaremos en cada una de estas novedades.
Antes de marcharos, no olvidéis pasar por la taberna cuando empiece la cacería sagrada. Se rumorea que hay un vagabundo que habla en acertijos y que comparte historias singulares con quienes le escuchan…
Buena caza, exiliados.